lunes, noviembre 06, 2006

Villar, ¿dónde están nuestros árbitros?

Como todo Athletic - Racing, estos encuentros son, para los santanderinos, los más parecidos a un derby de todo el campeonato. Y con esas vino el Racing y sus más de 2 000 seguidores que acudieron a la catedral del fútbol un año más, si bien ninguno de los cuales pudo ver fútbol de calidad en un San Mamés casi lleno, como siempre.

Lo cierto es que la primera parte pasó sin excesivos sobresaltos tanto para los locales como para los visitantes, y únicamente el serbio Zigic con sus 2.02 tan bien llevados y apenas un par de internadas por banda primero de Joseba y después de Gabilondo consiguieron inquietar a ambos cancerberos.

Lo cierto es que en el minuto 40, las más de 37 000 personas que estábamos en la catedral, caímos una vez más en la cuenta de que en el campo de fútbol hay 25 tipos en pantalón corto. Nos lo recordó un hombre de amarillo y con apellido de árbol castellano: el bueno de Pino Zamorano.

Primero porque, como ya hemos dicho, a los 40 minutos de partido se cargó a uno de los jugadores más en forma en lo que va de temporada: Igor Gabilondo. Tarjeta roja, por la que, por cierto, el Athletic ha interpuesto alegaciones ante el Comité de Competición. Después, ya en la segunda parte y con el equipo con 10, se comieron, entre él y el línea, un penalty como el Coliseo de Roma sobre Fran Yeste; todo esto con la afición más que volcada con el equipo y con un Racing amodorrado en la segunda parte que no supo rematar la faena en ningún momento. Pero el Sr. Pino nos puso a todos de los nervios, y si no escuchad a Joseba hoy en sala de prensa o al propio Félix Sarriugarte en San Mamés.

Gesto muy feo el de Vitolo, que no devolvió la pelota tras tirarla fuera el Athletic, y que pagó en sus carnes el mal genio de Orbaiz en esa misma jugada, perdiendo la pelota y quedándose tendido en mitad de campo. Obviamente, el Athletic no la tiró fuera. Ya lo que faltaba.

Al final, 0-0. El Athletic acabó con Urzaiz y Llorente en punta y pese a jugar con uno menos tuvo más juego y posesión, y sobre todo, más garra. Y eso, se agradece. Con todo, y me duele decirlo, faltan 38.

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