Buena racha la del Athletic. 10 de los últimos 12 puntos posibles y un calendario en este mes de enero que, sin estar recargado en exceso, es propicio, bien para salir del agujero en que estaba metido el equipo, bien para restablecer la desconfianza de épocas de las que sólo queremos pensar en pasado. El rival, el Mallorca verdugo del Athletic en la competición copera recibía a los bilbaínos con un Manzano que estrenaba renovación y un Ibagaza que volvía a la convocatoria de un conjunto, el bermellón en peligrosa tendencia descendente.
El partido empezaba bien para los del Nervión, que lucían hoy por cierto, una inmaculada vestimenta blanca. Los arreones iniciales eran protoganizados también por los bilbaínos y en los tres primeros minutos quedaban patentes las intenciones de Mané con la alineación de los Garmendia, Martínez y Yeste por detrás de Isma. Para desgracia del espectáculo, el choque cayó en intensidad futbolística pasando el dominio de la pelota a manos del equipo insular.Eso sí, las internadas por banda del canterano de Tajonar Javi Martínez venían siempre cargadas de un peligro que acabó por condenar a los mallorquines, no en jugada, pero sí a balón parado. La pierna de oro de Yeste ponía un centro desde el córner derecho del ataque visitante, perfecto para que el siempre poderoso Urzaiz, libre de la marca de un Ballesteros que se quedó en el banquillo, remachara de cabeza con su fuerza habitual al fondo de las mallas y colocara el 0-1 en el marcador. El remate es de los de killer, de los de libro, de los que los entrenadores ponen en sus vídeos para enseñar a rematar por fin a sus chavales.
Bastaría con este solitario tanto de la tanqueta rojiblanca para resumir una primera parte en la que el Mallorca sólo se acercó a la meta defendida por Dani Aranzubia tras un disparo lejano cargado de intención de Varela, que acabó por estrellarse en uno de los postes de la portería defendida por Dani Aranzubia. La buena noticia al descanso era que, sin demasiado fútbol, el equipo estaba ganando y con la puerta a 0, pero era palpable la necesidad de introducir algún cambio que cambiara la tónica ofensiva de los de Mané.
Sin embargo, y pese a que la segunda mitad empezaba como la primera, sin cambio de hombres en ninguno de los dos equipos, el partido transcurriría por otros derroteros. Con un Fran Yeste muy peleón y con Urzaiz en su salsa, eran los de San Mamés los que ampliaban su ventaja nuevamente a balón parado. La conexión Yeste-Urzaiz es el Stockton-Malone de nuestra liga y hoy se ha vuelto a comprobar, en el partido en que precisamente el de Tafalla cumplía 400 partidos en Primera.
Con el 0-2, la sensación no era la de un equipo satisfecho y desganado de comienzos de temporada. Las coberturas llegaban en su momento, y los marcajes apenas se desajustaron pese a lo ofensivo de los cambios del conjunto del doctor Manzano. En uno de los pocos despistes de la zaga bilbaína llegaba el gol para los locales aprovechando una salida en falso de Dani y serviría para que aún no sabemos muy bien si Expósito en propia meta o el venezolano Arango introdujera finalmente el balón en la portería. El gol, con 7 minutos por delante, valía para animar a un silencioso ONO Stadium que se levantó para aplaudir al goleador de la tarde Isma Urzaiz cuando Mané dio entrada al guipuzcoano Aritz Aduriz.