viernes, diciembre 22, 2006

Irureta de vuelta a Bilbao...



Leía ayer por la tarde la noticia: “Pepe León ha confirmado la sustitución de Irureta como entrenador del Betis”. Lo cierto es que, pese a la mala marcha del equipo la noticia no dejó de sorprenderme, porque aún no habiendo podido salir del descenso aún, se han reenganchado con 13 puntos ya a esa larga lista de equipos con ganas de meterse en líos.

Y todo esto con un partido menos y habiendo ganado el último partido ante el Nàstic en Tarragona esta misma semana, que no deja de ser chocante a primera vista. Pero si uno profundiza más en la noticia, se informa y lee las declaraciones de unos y otros, se acabará dando cuenta de que hay algo más: no ha sido accidental la salida de Javier Irureta del club sevillano. Estaba meditado y bien meditado por un hombre de fútbol que, además de ser un magnífico entrenador, nos ha demostrado una vez más porque se le tiene tanto aprecio allá por donde va: Jabo se ha ido sin cobrar más de lo trabajado, dejando al equipo lo mejor que ha podido con 18 días por delante para que un nuevo entrenador se haga con las riendas de este caballo desbocado en que se ha convertido el Betis últimamente, con demasiados líos con la prensa (el arrebato de Lopera de esta semana, el pacto de silencio en la plantilla…) y pocos resultados.

La temporada empezó turbulenta para el belicismo cuando a falta de apenas un par de días para el cierre del mercado estival perdía a dos de sus principales baluartes sobre los que estaba construido el equipo, Joaquín y Oliveira. Sin apenas tiempo para fichar gran cosa, se estimó que se podría llegar a Navidades sin excesivos apuros liderados por el irundarra Javier Irureta, pero tras la victoria en casa ante el Athletic que costaría a la postre la titularidad al portero Dani Aranzubia, los fantasmas de los mencionados Joaquín y Oliveira, que algunos dieron por desterrados, volvieron para convertirse en la pesadilla que ha sufrido el belicismo los últimos meses.

Eso sí, con buen míster fueron a toparse. Un auténtico fuera de serie dentro y fuera de los terrenos de juego, que además es una de esas grandísimas personas con las que a veces la vida nos deja cruzarnos. Se ha marchado casi de incógnito en la víspera de un día en el que la ilusión se repartirá por la península en forma de décimos premiados. Se ha marchado dejando tiempo a su sucesor. Se ha marchado con la satisfacción que produce el haber tenido el privilegio de poder ser honrado y honesto.

A estas intempestivas horas en las que escribo este pedacito de wmfutbol, no sabemos aún quién será el sucesor del entrenador guipuzcoano, pero resulta obvio que su sucesor tendrá una papeleta complicada. El equipo no está hundido, pero tiene carencias que unos (cuerpo técnico) y otros (directiva) reconocen como importantes, y que veremos si pueden ser suplidas en el tan sobrevalorado (Gagos e Higuaínes han costado 33 millones de euros entre ambos…) mercado de invierno que empieza con el nuevo año.

El consuelo para el bético es que pese a lo mal que lo han pasado, todo podría haber transcurrido mucho peor: el Betis está ahí casi reenganchado y llega un parón que necesitaban jugadores y “jefazos” para plantearse cómo tendrán que tomarse los 5 meses largos de competición que aún nos quedan por delante. Eso sí, si de “jefazos” va la cosa, no esperemos grandes novedades: pese a la dimisión de León hace ya unas fechas, sigue ejerciendo como Presidente en funciones, al menos en apariencia porque es él mismo el que se sienta en el palco del Ruíz de Lopera semana a semana, y no el titular del campo y máximo accionista, Don Manuel Ruíz de Lopera, bético de pro que por alguna extraña circunstancia quiere desvincularse del presente de un club tan querido por él… Esperemos que el 2007 traiga serenidad por esas tierras… El problema es que si la trae por Sevilla, hará falta en otro sitio, y es que en el fútbol tampoco llueve a gusto de todos, aunque sea Navidad…


Publicado en www.wmfutbol.com

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