
Por lo visto la caída fue bastante aparatosa y estuvo salpicada por la mala suerte, lo suficiente como para llevarse la vida del sprinter isleño que no pudo ser reanimado pese a los efuerzos de los médicos allí presentes, pero la muerte del ciclista mallorquín que militaba en las filas del Illes Balears de Eusebio Unzúe, fue prácticamente inmediata. Tras la caída, la organización decidió dar por finalizada la competición por la gravedad de la misma y pidió a los asistentes que abandonaran el velódromo por respeto a la familia y a sus compañeros.
Tanto Joan como Isaac tenían previsto acabar su carrera en común en los JJ OO de Pekín en 2008 con la retirada del primero, pero ya no podrá ser. La bicicleta, la misma que tanto les ha unido a lo largo de su trayectoria y que les ha hecho dos veces campeones del mundo de Madison les ha separado para siempre. Isaac, ciclista, descansa en paz.
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