En estas fechas en las que estamos con el mundial de Rallies y el de F1 en pleno período de desarrollo, los amantes del motor centran sus miradas en una competición que, como aventurera que es, acapara muchos atractivos y no menos peligros: el Rally Lisboa - Dakar. Para nuestros pilotos las cosas van mejor que bien: con Saínz líder habiendo firmado nuevamente una buena actuación en el día de hoy por detrás de un Schelesser que no preocupa demasiado en principio para la general y con Nani Roma tercero acariciando ya las plazas de podium en la general con su 4º puesto global. En motos, Marc Coma a vuelto a demostrar porqué es el vigente campeón sobre las dos ruedas, arrebatando el liderato a su compañero y amigo Isidre Esteve.Sin embargo, la noticia en el Dakar, hoy, no eran tanto los resultados como la muerte de otro deportista ejerciendo su profesión. Recordando lo trágico de la edición anterior del rally, uno a veces se para a pensar si tanto riesgo tiene su recompensa. Emocionalmente la ha de tener sin duda, visto el número de participantes que año tras año se apuntan a ver que suerte les deparan los desiertos africanos y a "vivir una bonita experiencia"... ¿Pero compensa esa satisfacción habiendo dejado compañeros sobre la arena?
El infortunio se ha cebado una vez más con las motos y como casi siempre, con los más débiles. Él no se podía permitir el protector cervical de los primeros en la general y su atrevimiento le ha costado dejarse la vida en el vado de un río reseco en territorio marroquí. El fallecido era Elmer Symmons, un piloto sudafricano, rookie en este Rally y desconocido para casi todos. Competía por su pasión por las motos y por la aventura. Y no llevaba protector...
Foto | dakar.com
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